lunes, 14 de octubre de 2019

Mi primer viaje

Mi primer viaje


Todo comenzó cuando...


Años anteriores a cumplir mis quince años, muchos integrantes de mi familia me preguntaon si quería la clásica "fiesta de 15". Obviamente que cuando era más pequeña, esa idea me parecía fantástica. Aunque no quería una gran fiesta, sino que algo sencillo, ya que no me gustaban las grandes fiestas ni clásicos vestidos de 15 que se usaban, sino que algo más sobrio... aún hoy me pasa lo mismo.
 Pero, a medida que el tiempo pasaba, mis deseos y mis gustos iban madurando, como yo también lo hacía. De repente creía que lo mejor y más "conveniente" era que, en lugar de regalarme la fiesta, era mejor que me regalacen un auto, el cuál podría usar posterior a cumplir 18 años. Y yo estaba de acuerdo con eso. 
 Finalmente, el tiempo me hizo comprender que no hay nada más importante que vivir experiencias... experiencias que nos llenen el alma. Vivir al máximo y disfrutar cada instante de mi vida era, y aún lo es, lo primordial para mí. Por esta razón, elegí que lo más bello y lo que más necesitaba era un viaje. 
Escuchar a personas que piensan distinto a mí, salír un poco de la rutina y conocer otras culturas y lugares, siempre me había gustado y mucho, por lo que viajar se había convertido en la idea perfecta.
Un día, en uno de los clásicos almuerzos en la casa de mis abuelos, me preguntaron que es lo que deseaba como regalo de quince años. A lo que respondí. "Un viaje".

La noticia 


Unos meses posteriores, mi papá me anunció que nos iríamos de viaje  a la hermosa provincia de Misiones. Para mí que jamás había salido de la provincia de Buenos Aires, me parecía un destino perfecto. Toda mi vida había vivido en Lanús, pequeño partido al sur de Buenos Aires, del cuál hice un video contando sobre su historia por si lo quieren conocer un poco más. 
A decir verdad, creía que Misiones no me gustaría tanto. Sin embargo, eso no impedía que yo, cada vez que pasaban los meses, estuviera más ansiosa. Hasta que finalmente llegó el día. El gran momento.

El gran momento


El 14 de agosto, finalmente nos embarcamos a Misiones. Tomamos un vuelo que duró alrededor de dos horas, en el cuál, debo admitir, me mareé más de lo deseado, y... no fue lo más lindo del viaje, aunque lo recuerdo con una sonrisa y como una buena anécdota. 
Al llegar al aeropuerto fue instantáneo: me ENAMORÉ  DE MISIONES.

Durante el viaje


Día N°1:

Al llegar al hotel decidimos quedarnos para descansar del vuelo y recargar las energías para el día siguiente.
Día N°2:

El segundo día fuimos a conocer las Cataratas del Iguazú. Un lugar tan increíble que resulta imposible describirlo y hasta estando allí a veces resulta hasta inverosímil todo lo que ven tus ojos.

Fotografía tomada durante "La Gran Aventura"

Cada lugar que miraba era perfecto para posar en una foto.

Fotografía tomada en la Garganta del diablo

Día N°3:

Disfrutamos un poco de la piscina del hotel ya que el día estaba perfecto para eso. El Sol estaba muy intenso recuerdo, era un día bellísimo.
Luego de almorzar nos dispusimos a recorrer la ciudad de Puerto de Iguazú. 
La gente era maravillosa siempre dispuesta a ayudar al turista y siempre con un tono de voz amable, que te predisponía mejor a conocer la ciudad.
Luego de caminar un rato llegamos al Jardín de los Picaflores. Un pequeño Jardín privado el cuál su dueña lo había convertido en santuario para los colibríes.


 Cartel de bienvenida del lugar

Fotografía de un colibrí

Cuando salimos de aquel lugar, nos dirigimos a uno de mis lugares preferidos de todo el viaje. Un lugar que me dejo boquiabierta por su belleza: el Hito Tres Fronteras.
Me resulta imposible lograr explicar lo tan fascinante de ese lugar. al estar viviendo en la ciudad, uno se pierde de los fenómenos más increíbles de la naturaleza. Incluso aquellos que suceden todos los días, como un atardecer. Si, un simple atardecer. Pero que en ese momento, en ese instante me pareció una de las cosas más bellas que jamás haya visto. A mi derecha estaba Brasil y a mi izquierda paraguay, donde se ponía el Sol con toda su grandeza. Solo el río nos separaba de aquellos países. Pero eso no es todo, falta la bruma... La bruma, la humedad del aire cubría a tal hermoso paisaje que, aún estando yo ahí, sentía que miraba un cuadro. Una perfecta obra pintada por la delicada mano de la naturaleza que me tenía completamente hipnotizada y sin habla, y solo con la sensación de que el Sol se quedara una ratito más.

 Fotografía del Hito Tres Fronteras


 Día N°4:

Este fue un día largo. Arrancamos temprano, pues una camioneta nos venía a buscar una camioneta para irnos de excursión con un grupo de personas, eramos alrededor de doce.Durante el viaje me relajé y escuché música, pues me encanta viajar en la ruta para hacer eso... escuchar música. Nuestro primer destino fueron las Minas de Wanda, donde un guía muy amable nos dio el recorrido y nos contó acerca de las piedras que habían allí.
 Fotografía del Cuarzo Blanco

Fotografía de la Amatista

Posteriormente, nos dirigimos a las Ruinas de San Ignasio. Un lugar muy imponente tanto por su bella arquitectura como por la historia que tiene. 


Durante el regreso, la camioneta que nos llevaba se quedó parada en la ruta, por lo que tuvimos que esperar unas horas a que un micro que venía de BS.AS. nos llevara de regreso a Puerto Iguazú. Mientras tanto, me dediqué a admirar la linda puesta del Sol y tomar fotografías.


Día N°5:

Continuamos recorriendo las hermosas Cataratas del Iguazú, y continuamos sorprendiéndonos, como siempre.

Día N°6:

Había llegado el último día de nuestro tan esperado viaje y nos despedimos de esta bella provincia a lo grande.
Comenzamos el día yendo a la Aripuka. Un sitio maravilloso construido íntegramente por enormes troncos. Allí nos entretuvimos un largo tiempo lanzado con flechas y probamos comidas extrañas como mermelada de Rosella, una flor comestible; madera comestible; y helados de yerba mate y Rosella. 
Seguimos con una pequeña cabalgata, la cuál era uno de mi sueños a cumplir.
Luego pasamos por el bio-centro que estaba cerca y finalmente regresamos al hotel para irnos al aeropuerto.

El Regreso


Hasta la vuelta fue hermosa y la disfrute al máximo. Escuchando un poco de música en el avión hice más llevadero mis mareos y disfruté de la vista que mi adorada Buenos Aires me regalaba.
Y así volví, llena de hermosas experiencias vivídas y de extraordinarios recuerdos de un viaje que llevaré por siempre conmigo.


Escribe quién necesita un viaje
Camila S.R.H


PD: No olvides mirar el video que hice con mis amigas sobre el lugar dónde crecí, Lanús, que hece poco cumplió 75 años desde que se fundó.



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